"La educación es condición de la cultura, la libertad y la dignidad humana porque es la clave de la democracia política, el crecimiento económico y la equidad social, porque es nuestro pasaporte individual y colectivo hacia el mañana".
La educación tiene una relevancia indiscutible en la sociedad, así como las estrategias para alcanzar un óptimo nivel educativo y un constante desarrollo, pero es importante considerar que las bases de esta preocupación por la educación no son nuevas, como tampoco lo son los procesos pedagógicos. Así "en todas las épocas, de acuerdo con sus vigencias y valores, los filósofos, pedagogos y políticos se han preocupado por el tipo de educación para la formación de las jóvenes generaciones, siendo la escuela una de las principales modeladoras de los hombres del mañana". Por esto, su situación ha estado sujeta a cambios a través del tiempo, otorgándosele más o menos importancia según sean las necesidades, pensamientos, ideologías y posibilidades de la época histórica, pues estos cambios que se han dado tanto en su significado como en la manera como se desarrolla han generado avances al igual que obstáculos para el desarrollo del sistema educativo.
Por lo tanto en la educación actual es necesario construir en el aula un ambiente que fomente la reflexión y la elaboración participativa y organizada de los conocimientos donde el centro de la actividad pedagógica es el estudiante y el respeto a sus características sociales e individuales.
De igual manera es importante considerar al estudiante como organismo activo, que sabe y puede interactuar con las fuentes de información a partir de sus capacidades.
Es así como en los programas que se llevan a cabo durante el año escolar, es indispensable utilizar estrategias que permitan el desarrollo adecuado de las competencias argumentativas, propositivas e interpretativas para hacer de los estudiantes, seres autónomos con capacidades cognitivas e intelectuales.
La educación tiene una relevancia indiscutible en la sociedad, así como las estrategias para alcanzar un óptimo nivel educativo y un constante desarrollo, pero es importante considerar que las bases de esta preocupación por la educación no son nuevas, como tampoco lo son los procesos pedagógicos. Así "en todas las épocas, de acuerdo con sus vigencias y valores, los filósofos, pedagogos y políticos se han preocupado por el tipo de educación para la formación de las jóvenes generaciones, siendo la escuela una de las principales modeladoras de los hombres del mañana". Por esto, su situación ha estado sujeta a cambios a través del tiempo, otorgándosele más o menos importancia según sean las necesidades, pensamientos, ideologías y posibilidades de la época histórica, pues estos cambios que se han dado tanto en su significado como en la manera como se desarrolla han generado avances al igual que obstáculos para el desarrollo del sistema educativo.
Por lo tanto en la educación actual es necesario construir en el aula un ambiente que fomente la reflexión y la elaboración participativa y organizada de los conocimientos donde el centro de la actividad pedagógica es el estudiante y el respeto a sus características sociales e individuales.
De igual manera es importante considerar al estudiante como organismo activo, que sabe y puede interactuar con las fuentes de información a partir de sus capacidades.
Es así como en los programas que se llevan a cabo durante el año escolar, es indispensable utilizar estrategias que permitan el desarrollo adecuado de las competencias argumentativas, propositivas e interpretativas para hacer de los estudiantes, seres autónomos con capacidades cognitivas e intelectuales.